Festival Internacional de Poesía
Del 24 al 28 de mayo
En homenaje al poeta hondureño Oscar Acosta

viernes, 13 de mayo de 2011

Carlos Aguasaco - Colombia




Carlos Aguasaco.
Profesional en Estudios Literarios de la Universidad Nacional de Colombia. Radicado desde 1999 en la ciudad de Nueva York donde recibió una maestría en literatura Latinoamericana en el City College de CUNY.En la actualidad adelanta estudios de doctorado en la universidad de Stony Brook SUNY con la W. Burghardt Turner Fellowship. Ha colaborado con reseñas y ensayos en revistas como Vía Cuarenta (Barranquilla), Hybrido Magazine (Nueva York) y Xinesquema (República Dominicana). En el otoño de 2002 The Simon H. Rifkind Center for the Humanities & the Arts le otorgó un Blanche Mason Starweather Student Award por su proyecto "Four Discoveries of America in William Ospina's El pais del viento ". En enero de 2003 fue publicado su libro Conversando con el Ángel (poemas). Es coautor de una serie de Español y literatura para el bachillerato titulada Competencias y desempeños Vols. I a VI (2000) y coeditor de las antologías Encuentro 10 poetas latinoamericanos en USA (2003) y Narraciones sin Frontera 27 cuentistas hispanoamericanos (2004). Una muestra de su trabajo como traductor y poeta fue incluida en la antología bilingüe Red Hot Salsa: Bilingual Poems on Being Young and Latino in the United States editada por Lori Marie Carlson (2005). El mismo año se incluyó uno de sus cuentos en Pequeñas resistencias 4: antología del nuevo cuento norteamericano y caribeño editada en España. Dirige el portalwww.artepoetica.com .

Palabras para un capítulo extra en Don Quijote [LXXV]

Ya soy enemigo de Amadís de Gaula y de toda la infinita caterva de su linaje; ya me son odiosas todas las historias profanas de la andante caballería; ya conozco mi necedad y el peligro en que me pusieron haberlas leído; ya, por misericordia de Dios, escarmentado en cabeza propia, las abomino.
(Don Quijote)

Aunque de todo mi seso se han extinguido las ínfulas de caballero andante
aunque el aire reposa sin el peso de mi espada y los campos añoran el galope de mi rocín
y ya la forma de mi cuerpo se ha desvanecido de la hierba que me dio abrigo
sé que mi nombre anda impreso por las indias y los conquistadores lo enseñan a cada pueblo que derrotan, o acribillan
todo en mi vida es una contradicción y una sucesión infinita de desencantos
y los hechizos se han hecho ineficaces por la fuerza de la razón
A pesar de todo, admito que me gusta tu rostro desdentado
me seduce tu espalda contrahecha
y me ruborizan tu nariz chata y tus viruelas, Aldonza Lorenzo
A solas sueño con tu cintura de tonel y con tus brazos de gigante levantando un hacha
me veo junto a ti por los caminos correteando ovejas
tarareando las canciones del Caballero de la Blanca Luna.
Sueño con un niño rechoncho que crece en tu vientre,
un crío de manos anchas que me llama padre
Los tres viviremos una pequeña estancia en la mitad de esta tierra árida y sin nubes
Afuera, el niño jugará con mi adarga y tratará de montar a Rocinante saltando desde un árbol
Adentro, mi cuerpo entrará en tu cuerpo y desaparecerá entre el volumen de tus pechos
y tu carne húmeda
Como un minero iré dentro de ti, escarbaré hasta el centro de ti
haré brotar de tu cuerpo a ese otro enemigo de Amadís de Gaula
y de toda la infinita caterva de su linaje
un niño con una sonrisa que resuena por los siglos
un crío que antes de nacer ya conocerá el tormentoso camino que me trajo hasta tu lecho.


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